Laguna La Macolla
Es una laguna ubicada en cercanías a la Vereda Montañas del Totumo, que exalta el esplendor llanero, lugar protegido por sus habitantes por la importancia que genera el hábitat que la conforma

Resguardo Indígena Caño Mochuelo
Es un territorio de 94.600 hectáreas situado entre los municipios de Paz de Ariporo y Hato Corozal en el departamento de Casanare; fue reconocido como tal en 1984 a través de la resolución 003 de 1986. En esa área se distribuyen ocho comunidades como lo son los grupos Cuibas, Sálivas, Sikuanis, Yamaleros (Yaruros), Masihuares, Shiripos, Amoruas y Wipigüis.
Ruinas de Moreno Viejo
Aún se encuentran en el área rural de Paz de Ariporo restos de la población de Moreno, una de las más importantes poblaciones de Casanare en el siglo XIX, cuyo nombre fue designado en honor a Juan Nepomuceno Moreno, un hombre que siempre reclamó a favor de Casanare sobre las arbitrariedades que el gobierno tenía sobre él. Este antiguo poblado desapareció por las llamas, dando inicio a la actual población de Paz de Ariporo.
Santuario de Nuestra Señora de Manare
En el año de 1712 El Padre José Gumilla, trajo de España a la población de Beyotes, cerca de Tame una hermosa imagen de la Virgen María que se comenzó a venerar bajo la advocación del Buen Viaje, ya que los llaneros al viajar se encomendaban a Ella. La población fue destruida por incendios lo que conlleva a llevar la imagen a una meseta llamada Manare nombre que se le dio a ese lugar y a la Virgen por que los indios de la comarca hablan el idioma Manare. A fines del s. XIX San Ezequiel moreno, primer Vicario Apostólico de Casanare, estuvo por primera vez en Manare, un 6 de enero, en la fiesta de Ntra. Señora de los Dolores y ante la manifestación sincera de tanta fe exclamo “El dedo de Dios está Aquí”. La imagen se salvó milagrosamente de los incendios en Manare causados por las fuerzas revolucionarias.
El 18 de marzo de 1953, treinta fieles católicos del pueblo de Paz de Ariporo, a las cuatro de la mañana, partieron a Manare con el fin de traer la Sagrada Imagen, la cual se esperaba con una capilla de paredes de tapia pisada y techo de paja. Más tarde, gracias al entusiasmo del pueblo y el emprenderismo de los padres agustinos, Isaías Álvarez y Santiago Puerta, construyeron el actual Templo en honor a la Virgen de Manare.
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